12 ago 2015

Coordinadora Departamental de la Juventud de Huehuetenango -CODEJUVEH-

Comunicado 12 de agosto

DÍA INTERNACIONAL DE LA JUVENTUD

Somos jóvenes, hombres y mujeres, indígenas y mestizos, del área rural y urbana; somos juzgados por nuestra falta de experiencia, por nuestros deseos de ser diferentes en una sociedad destruida por la indiferencia social; somos muchachos y muchachas que quieren cambiar su época, que luchan por una sociedad libre, sin diferencias brutales de clases, sin distinción étnica o racial, en donde todos y todas seamos uno solo: por la sencilla razón que somos “los hijos e hijas de este tiempo”.

Somos las y los jóvenes  guatemaltecos que cargamos con el pesar, frustración y pobreza de millones de compatriotas de este país, y que, lamentablemente nos han querido enseñar que podemos ser más felices si nos enriquecemos sea como sea, digamos que, “a como dé lugar”.

Hemos quedado estancados añorando el pasado, pero debemos resurgir en un mundo globalizado aprendiendo de nuestros propios logros: por nuestros esfuerzos y por nuestras luchas.

            Estimados amigos, compañeras y compañeros presentes y consecuentes en la lucha social de la juventud organizada de Huehuetenango,  estamos en un momento en el que la coyuntura nos exige, demandar cambios significativos en la estructura del estado y en las estructuras sociales y económicas de nuestro amado país, hoy en el marco del día internacional de la juventud hacemos público nuestro manifiesto:

Para la Coordinadora Departamental de la Juventud de Huehuetenango, “CODEJUVEH”, como ente representativo del movimiento social y reivindicativo de los derechos de la juventud de este departamento, creemos fielmente que es nuestra obligación manifestar el descontento e indignación generalizado ante la crisis social y política que actualmente afecta al Estado de Guatemala. Los altos índices de violencia, el narcotráfico, el crimen organizado, la corrupción dentro y fuera de la institucionalidad pública, protagonizada principalmente por altos mandos del gobierno y otras entidades del Estado, son algunos de los tantos indicadores de un país que se encuentra estancado en el subdesarrollo, la exclusión y la injusticia social.

Guatemala atraviesa un momento donde la población se encuentra profundamente dividida, donde los liderazgos sociales se enfrentan entre sí por la presión maliciosa y manipuladora de las “maras políticas” que ellos llaman “partidos”.  Los intereses personales y de determinados sectores de los sindicatos, liderazgos de algunas organizaciones populares y movimientos sociales, han abandonado el verdadero sentido del papel transformador que debieran representar en y para la sociedad, convirtiéndose en cómplices de las agendas ocultas de aquellos que mantienen y ostentan el poder económico, social y político. La opinión pública, los medios de comunicación, los discursos políticos y demandas sociales sobre la coyuntura nacional, están divididos en muchos aspectos, fortaleciendo la indiferencia y la pérdida del verdadero valor de la dignidad humana respecto al bien común.

Como movimiento juvenil huehueteco, ante tal situación, manifestamos y  pronunciamos nuestra más profunda indignación ante los mecanismos,  procedimientos y prácticas injustas de hacer gobierno en este país; así mismo  reconocemos que los procedimientos utilizados por la sociedad, tampoco son los más adecuados para salir de esta crisis que agobia a Guatemala.  Como jóvenes, es nuestro deber luchar por la paz, la justicia, la igualdad, la equidad de género y étnica, para erradicar la indiferencia social y luchar juntos por la unión popular de todos los sectores sociales organizados, sabiéndose que la unión hace la fuerza, tal y como lo dijo el líder estudiantil, mártir de la revolución guatemalteca, Oliverio Castañeda ¨Mientras haya pueblo, habrá revolución¨.

La coyuntura nacional guatemalteca, refleja una crisis no sólo en los poderes del Estado, sino, una crisis de valores éticos y morales en las y los ciudadanos, por su indiferencia ante estos procesos que podrían representar una nueva primavera democrática participativa y de fuerte enfoque social para Guatemala.  Por otro lado, los políticos tradicionales y gobernantes, hablan del combate a la corrupción, sin embargo, investigaciones demuestran su vinculación directa en actos de corrupción y desvió de los fondos del Estado hacia sus propios bolsillos.  Hablan de reformas educativas, más sin embargo malversan grandes cantidades asignadas a la educación, provocando la privatización de éste servicio.  Hablan de salud y asistencia social al alcance de todos, sin embargo cientos de guatemaltecos y guatemaltecas tienen vedado este derecho elemental. Hablan de los programas sociales al alcance de todos,  sin embargo los malversan y condicionan en favor de sus partidarios políticos, obligando la participación ciudadana en los procesos de campaña electoral  de esos partidos políticos.   

O hablan de combatir el narcotráfico y el crimen organizado, más sin embargo sus campañas son financiadas por cárteles del narcotráfico, o mafias de empresas constructoras amarradas con los funcionarios y los políticos, condicionando así la aplicación de la justica.  Hablan de la seguridad pública y “Estado de Derecho”, y  sin embargo funcionarios del ejército, ex militares y altos mandos de la policía nacional civil lideran muchas de las redes del crimen organizado.  Hablan de la priorización de la inversión pública, pero aplican procedimientos administrativos de beneficio personal o favoritismo para determinado sector, dejando de lado la formación de capacidades humanas y la transparencia de la inversión de los fondos públicos.  Hablan de democracia, pero criminalizan a los líderes sociales que se atreven a defender sus territorios o los derechos de las y los más excluidos.  Hablan de la libre emisión del pensamiento, sin embargo, asesinan  y oprimen a aquellos periodistas y comunicadores que  se atreven a decir la verdad.  Hablan del desarrollo social, basado en la construcción de carreteras, puentes, infraestructura, explotación de los recursos naturales, el fortalecimiento al cuerpo policial y de las fuerzas del ejército, y al final, nos  preguntamos ¿para qué queremos policías, soldados, armamento militar, agroindustria y megaproyectos? si nos están limitando el derecho a la educación laica y gratuita, el acceso a la salud, el empleo digno, vivienda y el fortalecimiento del desarrollo integral y la capacidad humana.

No podemos estar de acuerdo con un sistema político que habla de democracia y de respeto a la ley, y acto seguido, atenta contra la dignidad humana y el bienestar colectivo. No es posible YA seguir votando por unos partidos políticos (la mayoría) que se hagan indiferentes ante las grandes demandas de las y los guatemaltecos.  No debemos seguir votando por aquellos partidos políticos que han jugado con la dignidad de las y los ciudadanos, y especialmente de la juventud, utilizándonos como simples objetos en la “operativización” de sus proyectos político-partidarios mafiosos, sin ningún compromiso por atender las demandas de las amplias mayorías sociales que, muchas veces, les votan absurdamente.

Compañeras y compañeros, estamos aquí luchando porque éste Estado nos reconozca como lo que somos, como la “materia prima VALIOSÍSIMA” de la patria, como la columna vertebral en la que descansa el futuro de nuestra sociedad, de nuestra NACIÓN, como el POTENTE Y PODEROSO motor que mueve la economía –PRESENTE Y FUTURA- del país. Estamos aquí porque queremos un mundo mejor para nosotros y nosotras, para nuestros hijos e hijas, y para los hijos e hijas de nuestros hijos. Porque nuestro querido país está cansado de que los políticos tradicionales se aprovechen de las condiciones de nuestra población y también que lucren a costa de nuestras INMENSAS necesidades:
¡BASTA YA, MUCHÁ!!

Estamos expresándonos  no porque queremos, sino porque es el único medio que nos han dejado para decir  lo que sentimos, lo que queremos. Por tales razones  demandamos:

A las instituciones del estado:
1.      La Integración de acciones conjuntas, que fortalezcan el proceso de elecciones generales 2015 en nuestro país, y exigimos a todos los partidos políticos, la no indiferencia a las demandas sociales y a  participar en todos los espacios que generemos y promovamos.

2.      Al Tribunal Supremo Electoral ejercer su verdadera función como autoridad electoral y actuar con firmeza para castigar a candidatos y partidos políticos que contravengan lo establecido en la legislación vigente.

3.      Respaldamos las demandas de compatriotas y organizaciones que exigen reformas estructurales al sistema democrático y representativo del país, que responda a las demandas públicas. (investigación de candidatos a puestos públicos, no al transfuguismo, no a la reelección y la aprobación y aplicación de las reformas a la ley electoral y de partidos políticos en la presente contienda electoral).

4.      Al legislativo, la urgente aprobación de las iniciativas de Ley Nacional de la Juventud y Ley de Desarrollo Rural Integral y las reformas a la LEPP.

A los partidos políticos:
1.      la no utilización de la iniciativa de ley nacional de la juventud como medio para persuadir o acaparar el voto de la juventud, burlando la dignidad y condiciones de las y los jóvenes, al condicionar su participación en uno u otro sentido en el próximo proceso electoral.

A las organizaciones y movimientos sociales:
1.      Les llamamos a la unidad, a reflexionar sobre nuestra posición política, a no dejarnos manipular por los sobornos, regalos y chantajes de políticos que reaparecen en el actual proceso electoral, para que este 6 de septiembre tomemos una decisión correcta y consciente en el ejercicio del voto.
2.      A todas las organizaciones, pueblos indígenas y no indígenas, hombres, mujeres y jóvenes, les convocamos a fortalecer nuestra articulación, nuestro planteamiento político, para contribuir en la solución de las problemáticas actuales.
3.      Demandamos la unidad y solidaridad dentro de las organizaciones sociales, para  insistir en formar e informar a la ciudadanía para despertar en ellos  el verdadero sentido y valor de la participación ciudadana, es decir, hacer un llamado a la dignificación del  voto para las próximas elecciones.

Huehuetenango 12 de agosto  del 2015.






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